En los tiempos que corren escuchamos continuamente la palabra biodegradable, pero ¿sabemos realmente qué es eso?
Una respuesta puede ser que se trata de una opción de fin de vida del producto, donde se aprovecha el poder de los microorganismos del ambiente para descomponer el producto plástico de forma oportuna, segura y eficaz.
Si nos guiamos por la norma europea EN 16575, un plástico será biodegradable cuando sus materiales pueden ser descompuestos por microorganismos en agua, gases naturales como anhídrido carbónico y metano o biomasa.
Con el transcurso de los años diferentes instituciones internacionales como la International Standards Organization (ISO), la European Standarization Committee o la American Society for Testing and Materials (ASTM) han desarrollado normas para fijar las normas de plástico biodegradable.
Pero pongamos atención a la norma ASTM D-6954, que tiene en cuenta que para cumplir con el proceso de biodegradación, una sola muestra con aditivo biodegradable deberá pasar una serie de pruebas a lo largo de 3 etapas:
Hay productos biodegradables naturales, pero hay otros, en los que nos vamos a centrar, que se logran con aditivos a base de elementos naturales como aceite de coco. Con eso se acelera la degradación de plásticos “normales”.
Con este proceso se consigue reducir los tiempos de degradación en cientos de años. Pasando de una eternidad a tiempos que van entre 1 y 5 años y que permiten a los plásticos reintegrarse a la naturaleza y evitar la contaminación del entorno.
Pero hay otras cuestiones a tener en cuenta para asegurarnos que lo que nos cuentan es verdad. Otro buen medidor para asegurar que tu plástico es biodegradable, es que esté certificado por alguna norma internacional. Si no es así, sospecha de la veracidad de lo que te están vendiendo.
Y por último, ¿quién hizo el estudio para probar que el plástico es biodegradable? Aquí será importante que el laboratorio encargado sea fiable e independiente.
Con estos tips ya podrás empezar a asegurar si el plástico que te están vendiendo como biodegradable, realmente lo es. Y recuerda, que todo esfuerzo por un mundo mejor es importante. Así que empieza aportando tu granito de arena.
Crea un impacto ambiental reutilizando tus envases de plástico ¡Descarga nuestra guía para mostrarte como lo puedes lograr!