A todos nos gustan las personas, los animales o las páginas web amigables. Facilita la interacción, ayuda a tener relaciones más sanas y en definitiva, nos producen ganas de estar navegando, jugando o platicando muchas horas.
Lo mismo ocurre desde el punto de vista de una empresa. Todas las personas preferirán tratar con alguien agradable, que con personas poco amigables.
Entonces, si nos gusta lo amigable, ¿Por qué no ser también bioamigables? Eso no influirá en nuestro desempeño normal de mi negocio, pero a la vez que producimos, estaremos concienciando a la población para que se unan a nuestro esfuerzo por cuidar el medio ambiente. Eso dará buenas referencias de nosotros entre la población, lo que también nos generará mayor simpatía entre los clientes, aumentando nuestras ventas.
Cabe destacar que la protección de los recursos naturales está incluida dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, aprobados por la Organización de las Nacional Unidas (ONU) en 2015. En esos objetivos se contempla que para conseguir lo deseado es necesario que los sectores público y privado trabajen conjuntamente.
Ya hemos dejado claro que a todos nos gustan las relaciones positivas. Pero ahora vamos a hablar de beneficios tangibles que como empresa puedes tener al ser bioamigable, más allá de una buena conciencia.
Después de leer esto, no puedes tener dudas de que ser bioamigable solamente traerá beneficios a tu entorno y a tu empresa, mejorando tu reputación, convirtiéndote en modelo a seguir y teniendo una mayor facilidad para ser sostenible durante muchos años.
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