En el mundo del mercadeo, el empaque del producto también es una parte fundamental al momento de ganar atención por parte del grupo objetivo. Más que un contenedor y una garantía de seguridad, también son herramienta de ventas.
¿Qué estás esperando para posicionar tu marca? Te compartimos las mejores prácticas que más allá de brindar imagen y estética, te ayudarán a mantener tu producto en la mente del consumidor.
¡Empecemos!
Un primer paso, super importante ¿Qué mejor que la opinión del consumidor? Un buen estudio de mercado sirve de respaldo para la creación de un diseño. Tiene como resultado un empaque que causa impacto en las personas y mantiene el producto en óptimas condiciones.
Considera también estudiar a tu competencia y la historia de tu marca.
Existen características imprescindibles al momento de considerar el empaque perfecto, no todo es color:
Comunica al equipo encargado del diseño gráfico e industrial como percibes el producto, a que público va dirigido, como imaginas el empaque, las necesidades del producto, etc. Se específico con lo que quieres para qué entreguen el resultado que deseas.
En el mercado existen muchas formas de envases que podrían funcionar a simple vista, sin embargo, el empaque ideal debe ser aquel que conserve en buen estado los alimentos.
A partir de lo anterior, podrás optar por colores y formas que sean atractivos, pero no solo eso, también empaques amigables con el medio ambiente, dándole un valor agregado a tu marca.
A todos los tipos de empaques se les puede aplicar gráfica que sea llamativa, como también otras propiedades como capacidad de reutilizar o su capacidad de biodegradación.
Es bueno tener varias opciones y hacer pruebas tanto de conservación del producto como también de la recepción del público.
Con estas cinco prácticas seguro consigues un empaque que represente tu marca y proteja a tus productos de manera adecuada ¿Tienes alguna otra práctica que te haya servido? Cuéntanos.