Al pensar en un coco nos imaginamos tirados en verano, en una playa paradisíaca, con un gran calor y tomando su refrescante agua. Pero la realidad es que esa fruta tiene infinidad de usos, incluso siendo un ingrediente importante a la hora de convertir un plástico en biodegradable.
Estamos acostumbrados a ver el coco como una fruta exótica que crece en una palmera y que nos sirve para refrescarnos en verano. Pero la realidad es que ese fruto tan habitual en Guatemala, sirve para muchas cosas más.
El coco nos sirve para cocinar, para refrescarnos, para hidratar la piel y el cabello e incluso para ser más respetuosos con el medio ambiente. Parece mentira que un fruto tan común y simple pueda tener tantos usos y tan buenos. Hasta sirve para crear biocombustible capaz de mover los motores de máquinas y vehículos.
Beneficios del coco para el consumo
Lo primero a destacar es su aporte en forma de vitaminas y minerales como potasio, fósforo, magnesio, hierro y vitaminas E, C y B. Además su agua, ayuda a recuperar nutrientes después de hacer deporte y su consumo reduce el colesterol (el malo).
Otros usos del coco
Hasta ahora hemos visto que el coco al natural es delicioso y muy bueno para la salud. Pero al convertirlo en un derivado no pierde sus propiedades y sigue aportando muchos beneficios a la salud del ser humano.
Por ejemplo, la leche de coco tiene menos grasa que la de leche, pero tampoco es la mejor para una dieta si se quiere adelgazar porque tiene un aporte calórico bastante elevado. Convertido en harina, sirve para elaborar pasteles o masas. La gran ventaja, es que en un mundo cada vez más preocupado por su salud, está libre de gluten.
El aceite de coco es muy utilizado en la cocina, y entre sus ventajas es que es fácilmente digerible. Además, tiene bastante ventajas sobre la salud humana ya que es antimicrobiano y puede ayudar en infecciones por hongos o bacterias. Incluso es un gran aliado para hidratar el cuerpo y cuidar el cabello.
Pero su uso va más allá y puede ser un gran aliado en la lucha contra el cambio climático y el cuidado del medio ambiente.
Una de las opciones es usar el aceite de coco para convertirlo en biodiesel. A diferencia de otros combustibles fósiles, su utilización baja considerablemente las emisiones de CO2 y es menos dañino para el motor de tu carro.
Pero su aporte al medio ambiente no se queda ahí ya que existe un aditivo biodegradable 100% orgánico hecho a partir de una base de coco. Hace que puedan integrarse al entorno en poco tiempo después de terminar su vida útil.
Así que ahora cada vez que tengas un coco entre las manos, piensa todas las cosas que pueden hacerse a partir de una fruta tan común, como un empaque biodegradable. Además, como la propia naturaleza puede ayudar a solucionar muchos problemas medioambientales.
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