En una cultura acostumbrada a desechar ha nacido una nueva necesidad de crear materiales reciclables o biodegradables. Mientras nos enfocamos cada vez más en lo que desechamos, tanto en nuestros trabajos como en nuestros hogares, nos encontramos más cerca de lograr que el planeta tierra sea un lugar con menos basura.

La preocupación por el ambiente es un asunto que como empresa, más allá de cual sea tu sector o giro de negocio, no puedes pasar por alto. Es una prioridad no negociable que puede hacer la diferencia entre captar o no a un cliente. Ya no es solo una cuestión de reputación de marca, se trata de una variable de mercado.

A todos nos gustan las personas, los animales o las páginas web amigables. Facilita la interacción, ayuda a tener relaciones más sanas y en definitiva, nos producen ganas de estar navegando, jugando o platicando muchas horas.

En los tiempos que corren escuchamos continuamente la palabra biodegradable, pero ¿sabemos realmente qué es eso?

Los alimentos pueden utilizar para su protección y conservación una gran cantidad de tipos de empaques como vidrio, papel, cartón o plástico. Pero en el caso de los plásticos, hay algunos que son más adecuados para estar en contacto con los alimentos.

Tener un producto único es un buen paso para lograr mas ventas. Pero en un mundo cómo el actual la exclusividad es casi imposible. Por eso, deberás buscar un empaque que le entre al consumidor por los ojos. Pero si además tu empaque es responsable con el medio ambiente, tu éxito estará casi asegurado. La mezcla de vistosidad y responsabilidad siempre será un combo perfecto en estos tiempos que corren.

La demanda de los envases plásticos ha ido aumentando en las últimas décadas, esto gracias a su bajo costo, su calidad para conservar productos alimenticios y agrícolas en perfectas condiciones y por su durabilidad.

El empaque de productos frescos como frutas u hortalizas puede ser visto como un simple arreglo estético, pero la realidad es que en el caso de muchos alimentos perecederos, un buen empaque es clave para que el producto cosechado pueda llegar en las mejores condiciones al mercado donde será vendido.

Al pensar en un coco nos imaginamos tirados en verano, en una playa paradisíaca, con un gran calor y tomando su refrescante agua. Pero la realidad es que esa fruta tiene infinidad de usos, incluso siendo un ingrediente importante a la hora de convertir un plástico en biodegradable.

A primera vista dos botellas de plástico pueden parecer iguales, pero si empezamos a analizar con más detalle, seguramente comencemos a ver algunas diferencias. Y lo mismo pasa con dos empresas del mismo sector, pueden parecer que hacen lo mismo y de la misma manera. Pero si empezamos a estudiarlas, seguramente acabemos dándonos cuenta de que son muy diferentes.